viernes, 23 de julio de 2010

POR UN PUÑADO DE PAÑALES



Mucha gente me dice siempre que tenga cuidado con los malos, que en la calle hay mucho peligro, y todos esos consejos de familiares a los que le preocupa nuestra profesión, y yo siempre les digo que ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos, que hoy en día cualquier persona, y según las circunstancias puede ser un delincuente.
La historia de hoy va de un padre en apuros, y de como un simple paquete de pañales te puede arruinar la vida.
Yo estaba de pepinillo, en una bonita ciudad, de este bonito país, creo que sería sobre estas fechas mas o menos, cuando en una casa cualquiera de esa ciudad una madre mando a un padre a un centro comercial para que comprase pañales, y mientras ella estaría en casa con el bebe esperando por que hacía mucho calor.
El papa, hombre adinerado y con buena posición económica, cogió su mercedes ultimo modelo, y se planto en el centro comercial en un plis plas, cogió el paquete de pañales, y fue a las cajas, pero que mala suerte la suya, que era hora punta en el centro comercial. Las colas en las cajas eran horribles, y el papa en cuestión solo llevaba un simple paquete de pañales.
Nadie se ofrecía para dejarle pasar, la cola era cada vez más grande, por que las mujeres dejaban a sus maridos en cola para ir cogiendo y cogiendo más y más cosas.
La situación era horrible, la angustia casi vital, y llego el cruce de cables, y que cruce.
El papa desesperado y enfadado, ni corto ni perezoso se marcho del lugar con el paquete y lo que es peor, sin pagar, estaba harto y era un hombre muy bien situado para aguantar tonterías, todo iba bien, se marchaba y sin pagar, toda una aventura, pero, como no hay crimen perfecto, y además no hay nada que joda más a una señora, y es que alguien se cuele, una mujer de las cajas le indico a una dependienta, como ese señor se ha marchado y no ha pagado el paquete de pañales.
La dependienta, rápidamente llamo a seguridad, seguridad intento parar al hombre, pero era tarde, estaba en su mercedes flamante, y llevaba el paquete en el maletero. Siguiente fatalidad, el encargado de seguridad, profesionalmente saca su libreta y colocándose detrás del coche apunta la matrícula.
Y aquí tenemos a nuestro hombre, su mercedes y el paquete de pañales, todo bien hasta que por un vistazo al retrovisor ve como apuntan su matrícula.
"No puede ser, me han pillado, me van a denunciar, veras mi mujer cuando se entere, y si se enteran en el trabajo, soy el manda mas y robo pañales, veras como se enteren mis familiares, y anda que si se entera mi suegra".Pienso que todo esto se le vendría a la cabeza, por que si no, lo siguiente no tendría sentido.
El papa, por casualidades de la vida, observa por el camino a su casa, un mercedes igualito al suyo, y con un pequeño destornillador y un poco de maña, TACHAN, cambio de matricula al canto.

No puede ser soy un delincuente, que me pasa, no soy así, esto ahí que arreglarlo, siguiente parada, cuartelillo de la G. C y denuncia por que alguien me ha cambiado las placas de la matrícula.
Ya estoy salvado, ya esta todo arreglado, debió pensar, pero nada más lejos de la realidad, la dependienta y el vigilante se presentan en C.N.P y realizan la correspondiente denuncia.
Se realizan las comprobaciones, se atan cabos, se contacta con el papa y se comprueban todos los datos y empieza la verdadera historia para nuestro personaje, de enfrentarse a una falta de hurto, se enfrenta a varios delitos, falsificación de documento público, al cambiar las placas, y denuncia falsa al denunciar el hecho en la G.C.
MORALEJA:
Cualquier persona puede llegado el momento, y según la tecla que le toques convertise en un delincuente.

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