CAZANDO A SPIDERMAN

Es curioso lo que puede hacer el doping, en la noche de ayer, cuando todo estaba tranquilo y sereno, de repente una llamada, han entrado en una casa, y el ladrón, esta andando por las azoteas cercanas.
Normalmente, y sin entrar en muchos detalles, el ladrón en cuestión se hubiese escapado, por que esta gente siempre son conocedores del lugar donde realizan sus trabajillos, y tienen escondites cercanos, de los que no salen, hasta pasado el peligro.
Pero, mira por donde, los vecinos del lugar, o bien por aburrimiento, o por que hacía un calor horrible, y no podían estar en sus casas, en fin, que salieron todos a la calle, y cercaron la manzana, encerrando al malhechor en los tejados de las viviendas.
Yo como mis compañeros somos personas que normalmente hacemos algo de deporte, no para las olimpiadas, pero si para defendernos.
Pues en fin y yendo al grano, cuando nos disponemos a trepar por esos tejados, vemos como una figura, delgada y de aspecto encorbado, cual golum del Señor de los Anillos, salta de tejado en tejado con la habilidad de una ardilla.
Nos costo sangre, sudor y lágrimas, poder arrinconarlo en una terraza, como corría el condenao, y como saltaba, estábamos cuatro, y no dábamos crédito a lo que veían nuestros ojos, el tío saltaba entre las tejas, como si en los pies tuviese fuego, una virgueria.
Y no creáis, que por ser cuatro, y por estar en un tejado del que era imposible escapar, el tío se rindió, no, para aplacar al muchacho hubo que realizar mas llaves de auto defensa, que en una película de Yaki Chan.
Lo tenemos esposado, lo bajamos a la calle, y que sorpresa la nuestra, cuando a la luz de las farolas, observamos que lo que creíamos un ninja super peligroso, no es mas que un pequeño yoncarra, mas dopado que maradona en los años 80.
Pues bien esta es mi reflexion final, a las olimpiadas no hay que mandar deportistas de elite, super atletas genéticamente perfectos, basta con llevar a uno de estos con el mono de tres días para y poner en la meta un par de paquetillas de revoltillo, y verán como caen las marcas y los record mundiales que da miedo.